martes, 5 de marzo de 2013

Nuevos avances en la investigación y tratamiento del cáncer de tiroides

Nuevos avances en la investigación y tratamiento del cáncer de tiroides.
Hoy en dia se están realizando investigaciones importantes sobre el cáncer de tiroides en muchos hospitales universitarios, centros médicos y otras instituciones en todo el mundo. los científicos realizan más descubrimientos sobre las causas de la enfermedad, cómo prevenirla, y cómo mejorar el tratamiento. En los últimos años, por ejemplo, han aumentado las pruebas de los beneficios que resultan de combinar la cirugía con la terapia con yodo radioactivo y terapia con hormona tiroidea. Los resultados incluyen tasas de cura más altas, tasas de recurrencia más bajas y una supervivencia más larga.
Genética
El descubrimiento de las causas genéticas del cáncer medular de tiroides familiar (hereditario) permite ahora la identificación de los miembros de la familia portadores del gen RET anormal para extirpar la tiroides y así prevenir que el cáncer se desarrolle allí. 
La comprensión de los genes anormales que causan el cáncer tiroideo esporádico (no hereditario) también puede conducir eventualmente a mejores tratamientos. 
Tratamiento
La mayoría de los cánceres de tiroides se puede tratar exitosamente. Sin embargo, puede ser difícil tratar los cánceres avanzados, especialmente si no responden a la terapia con yodo radioactivo (RAI). Los médicos y los investigadores están buscando nuevas formas de tratar el cáncer de tiroides que sean más eficaces y que causan menos efectos secundarios.
Cirugía
La cirugía es un tratamiento eficaz para la mayoría de los cánceres de tiroides, y se puede realizar usualmente sin que cause efectos secundarios significativos, especialmente cuando la hacen cirujanos con experiencia. 
A algunas personas que se someten a cirugía de la tiroides les causa molestias la cicatriz que la operación deja en el cuello. Los métodos más nuevos de cirugía pueden ayudar con este problema. Por ejemplo, en la cirugía endoscópica, el cirujano opera en la tiroides al insertar instrumentos largos y delgados a través de pequeñas incisiones en el cuello en lugar de hacer una incisión más grande. 
En un método aún más reciente, el cirujano se sienta frente a un panel de control y maniobra brazos robóticos para realizar la cirugía a través de una incisión debajo del brazo de modo que no haya una cicatriz en el cuello. En la actualidad, es mucho más probable que estos métodos se usen en afecciones de la tiroides que no sean cáncer, aunque algunos médicos están ahora analizando si también se pueden usar para cáncer de tiroides. 
Quimioterapia
Algunos estudios están probando el valor de los medicamentos quimioterapéuticos como el paclitaxel (Taxol®) y otros medicamentos, así como quimioterapia combinada y radiación para tratar el cáncer tiroideo anaplásico. 
Terapia con yodo radioactivo (RAI)
Los médicos están buscando mejores maneras de identificar cuáles cánceres son más susceptibles a regresar después de la cirugía. Los pacientes con estos cánceres se pueden beneficiar al recibir la terapia RAI después de la cirugía. Los estudios recientes han mostrado que los pacientes que presentan niveles de tiroglobulina muy bajos por 3 meses después de la cirugía tienen un riesgo muy bajo de recurrencia incluso sin recibir terapia RAI. Aún se necesitan más estudios en esta área.
Los investigadores también están buscando maneras para hacer que la RAI sea eficaz contra más cánceres de tiroides. Por ejemplo, en algunos cánceres de tiroides, las células tienen cambios en el gen BRAF, lo que puede hacer que sean menos propensos a responder a la terapia RAI. Los investigadores están estudiando si se pueden usar los nuevos medicamentos que atacan la vía BRAF para provocar que las células cancerosas de la tiroides sean más propensas a absorber yodo radiactivo. Estos tipos de medicamentos podrían ser útiles en personas que tienen cáncer avanzado que ya no responde a la terapia RAI. 
Terapias dirigidas
En general, los cánceres de tiroides no responden bien a la quimioterapia. No obstante, están surgiendo datos alentadores sobre algunos medicamentos dirigidos nuevos. Contrario a los medicamentos de la quimioterapia convencional, los cuales funcionan al atacar las células que crecen rápidamente (incluyendo las células cancerosas), estos medicamentos atacan blancos específicos en las células cancerosas. Puede que los medicamentos dirigidos funcionen en algunos casos cuando los medicamentos de quimioterapia convencionales no sean eficaces, y a menudo presentan diferentes efectos secundarios (y menos graves). 
Inhibidores de tirosina quinasa: una clase de medicamentos dirigidos, conocidos como inhibidores de la tirosina cinasa (TKIs), puede que ayuden a tratar las células cancerosas de la tiroides con mutaciones en ciertos genes, tal como BRAF y RET/PTC. Muchos de estos medicamentos también afectan el crecimiento de los vasos sanguíneos del tumor (vea información más adelante).
En muchos cánceres papilares de tiroides, las células tienen cambios en el gen BRAF, los cuales les ayudan a crecer. Actualmente se están estudiando medicamentos que atacan a las células con los cambios en el gen BRAF, tal como vemurafenib (Zelboraf®), dabrafenib, y selumetinib, en cánceres de tiroides con este cambio genético. 
Otros inhibidores de tirosina quinasa que han mostrado ser promisorios contra el cáncer de tiroides en estudios clínicos incluyen sorafenib (Nexavar®), sunitinib (Sutent®), pazopanib (Votrient®), cabozantinib (Cometriq), motesanib (AMG 706), axitinib (Inlyta®) y vandetanib (Caprelsa®). 
El vandetanib y el cabozantinib son medicamentos dirigidos que han mostrado ser útiles en el tratamiento de cáncer medular de tiroides (MTC) en estudios clínicos, y actualmente están aprobados para ser usados contra las formas avanzadas de la enfermedad. Algunos otros inhibidores de la tirosina quinasa, tal como el sunitinib, el sorafenib y el pazopanib, ya fueron aprobados para tratar otros tipos de cáncer. También pueden ser útiles contra el MTC y los cánceres de tiroides diferenciados si otros tratamientos ya no surten efecto.
Medicamentos contra la angiogénesis: a medida que los tumores crecen, éstos necesitan un suministro de sangre más grande para obtener suficientes nutrientes. Los tumores logran esto al formar nuevos vasos sanguíneos (un proceso llamado angiogénesis). Los medicamentos contra la angiogénesis funcionan al interrumpir estos nuevos vasos sanguíneos. Algunos de los inhibidores de tirosina quinasa que se mencionaron anteriormente, tal como axitinib, motesanib, sunitinib, sorafenib, pazopanib, y cabozantinib tienen propiedades antiangiogénicas. 
Otros medicamentos contra la angiogénesis que se están estudiando para ser usados contra el cáncer de tiroides incluyen bevacizumab (Avastin®), lenalidomida (Revlimid®), y lenvatinib. 

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